Esta es la primera pregunta que nos hacen la mayoría de nuestros clientes y cuya respuesta fácil no es.
Lo primero que debemos saber es que no existe el sofá que se adapte a todas las personas y sus necesidades, de ahí la variedad de modelos, formas, mecanismos, rellenos, tejidos etc. Por la tanto, la pregunta correcta es: ¿Qué sofá necesito para mí?
Hoy en día vivimos en un mundo digital y a través de una pantalla podemos tener toda la información que queramos, pero eso no basta para elegir tu sofá. Desde Komodo siempre te aconsejaremos visitar tiendas especializadas donde ser correctamente asesorados durante el proceso de elección de nuestro sofá, solo en este tipo de establecimientos podrás ver y probar dentro de una amplia variedad de modelos para ayudarte en tu elección y por supuesto contar con la ayuda de un buen asesor que te guiará y responderá a todas tus preguntas.
Una vez aclarado esto vamos con los pasos a seguir para elegir nuestro sofá.
1ª Hay que saber de qué espacio disponemos, de nada nos sirve buscar una composición chaise lounge si solo disponemos de 2 metros. Debemos tener en cuenta que las medidas de un sofá de dos plazas son de +- 170 cm, el de tres plazas +- 210 cm y una composición chaise lounge mínimo aconsejable es de +- 280 cm.
2º Cuantas personas vivís en casa, son en ellos en los que debes de pensar, si sois 5 lo aconsejable es un 3+2 o un cuatro plazas más una butaca, todo dependiendo de las medidas de tu salón y su distribución.
3º Que línea de sofá elegir, clásico o moderno. Esto irá en función de la decoración de tu salón, ahora bien, hay que tener en cuenta que los sofás de corte más clásico o atemporales suelen ser más envolventes y confortables que los de línea moderna con sus cabezales bajos y líneas rectas.
4º Que sentada necesito, dura o blanda, no sé. Esto va un poco en función de la edad, según vamos avanzando en ella nuestro cuerpo nos va pidiendo lo que necesita por eso siempre hay que probar los sofás antes de elegirlos. Lo más recomendable para una postura correcta es que las caderas nunca queden más bajas que las rodillas y que los pies toque el suelo al apoyar la espalda en el respaldo.
5º Que tapicería elegir, tela o piel. En este apartado tenemos ayuda extra, ya que será nuestro presupuesto el que nos limite un poco, dado que la piel suele aumentar el precio del sofá en un 80 % respeto a la tela. Aun así, debemos saber que la tela siempre será más acogedora que la piel y la piel vestirá más nuestro sofá y tiene mayor durabilidad que la tela.
6º Durabilidad, volvemos al presupuesto, una buena materia prima y manos profesionales cuestan dinero. Pero tampoco voy a asustaros, con +- 1.500 € de presupuesto ya tenemos acceso a un buen sofá que cumpla nuestras expectativas durante aproximadamente 10 años, aclaro que un trato cuidadoso alarga la vida del sofá.
Con todo esto aclarado, seguro que llegaremos a tomar la decisión correcta para una buena elección de nuestro sofá. Recordar, muy importante, siempre visitar establecimientos especializados, nuestro ojo nunca nos engaña y un buen sofá se ve a primera vista solo hay que saber probar y elegir el que mejor se adapta a nosotros.